Anthony Zambrano, atleta de la Liga del Atlántico, celebra su paso a la final del Mundial.
Anthony Zambrano, atleta de la Liga del Atlántico, celebra su paso a la final del Mundial.
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EFE

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Anthony Zambrano: una carrera de finales, a paso ganador

El atleta cumplirá su tercera final mundial y buscará su primera medalla orbital.

Cabeceó en dirección a la meta y alcanzó a soltar las piernas, todo amortiguado por un grito de victoria que lanzó al cielo Anthony Zambrano tan pronto cruzó la línea de sentencia en la pista del estadio de atletismo de Doha, Catar, donde se cumple la mayor cita a la que haya asistido el joven corredor guajiro, el Mundial de mayores.

Acababa de lograr su tercera clasificación a una final del mundo, su primera en una cita de mayores y definitivamente en la más prestigiosa de todas las competencias en las que ha estado. 

Zambrano, como se dice popularmente, es un 'caballo ganador'. Con tan solo 21 años, se puede dar el lujo de decir que ya colecciona finales orbitales en tres categorías diferentes. 

Es más, entrar a una carrera definitiva por medallas, donde solo compiten los dos mejores de cada uno de los tres heats clasificatorios es un triunfo enorme, considerando que está en el puesto once del ránking mundial. 

Zambrano pasó a la final con el sexto mejor tiempo de los clasificados. Es decir, pasó en teoría por encima de la cabeza de cinco puestos del ránking mundial.

No es nuevo, hace tan solo cuestión de pocas semanas, el guajiro se llevó dos medallas de oro en los Juegos Panamericanos y declaró en aquella oportunidad que “a mí me pueden poner al que sea, que yo lo rebaso”, en tono enérgico y con más seguridad que petulancia en sus palabras. 

Pero los escarceos de Zambrano con los más veloces del planeta comenzaron desde la categoría de menores.

Hace  cuatro años, en el campeonato mundial de menores disputado en el estadio Pascual Guerrero de Cali, logra su primera entrada a una cita con los mejores del mundo. En aquella oportunidad logra firmar una séptima casilla con guarismo de 46 segundos y 57 milésimas. 

Al año siguiente, en el 2016, en Bysgoszcz, Polonia, la progresión de Zambrano se hizo sentir en la categoría sub-20. En esa oportunidad firmó su segunda final mundialista y esta vez llegó en el sexto puesto con marca ahora de 46.50. Arañó milésimas que lo hacían cada vez más rápido. 

Este 2019, tres años más tarde de esa experiencia mundialista, Zambrano llegó indomable al estadio de atletismo de la Videna, en Lima, Perú. El marco de los Juegos Panamericanos ofreció un contexto interesante para medir su velocidad y su progresión. 

Se presentó siempre conservando su mismo estilo que consiste de una salida rápida para mantenerse flotando en la mitad del paquete de competidores y luego de la última curva rematar con toda la potencia de sus piernas en los 80 metros finales, donde con furia pasaba a sus rivales como si fueran en cámara lenta. 

El resultado fueron dos medallas de oro, una en los 4X400 y otra más en los 400 individuales, donde sus marcas dan fe de que no ha venido perdiendo el tiempo durante estos años. 

Zambrano se ganó el oro individual con registro de 44.83, destrozando aquel ya lejano registro del mundial sub-20 por casi dos segundos. Una mejoría sideral, en términos del deporte. Pero la cosa no quedó allí. 

Para el primer heat de los cuartos de final del mundial, el guajiro logró un tiempo de  45.93, sin hacer mucho esfuerzo al final. Sin embargo, durante la manga de la semifinal, allí si se le vio poner un poco más de su parte para meterse en la final y de paso imponer un nuevo récord nacional con registro de 44.55.

Literalmente, Zambrano voló. Pero todavía le resta la que podría ser hasta ahora la carrera más importante de su vida. 

El viernes 4 de octubre, a las 2:20 de la tarde en Colombia, dejará que sus sueños vuelen alto y que sus piernas corran más rápido que los latidos de un país que contendrá en aliento durante 44 segundos esperando ver la conclusión. 

Colombia contendrá el grito de medalla atragantado, a la espera de poder estallar en la emoción, así como lo hace Anthony cada vez que cruza la meta. 

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